El sensor infrarrojo humano detecta la radiación infrarroja emitida por el cuerpo humano o animal. Cuando una persona o un objeto cálido se mueve dentro de su rango de detección, se produce una variación en la radiación infrarroja.
Este sensor es único porque solo genera una señal eléctrica cuando la radiación externa cambia su temperatura. Una vez que la temperatura se estabiliza, no emite ninguna señal, por lo que solo es sensible al cuerpo humano en movimiento.
Sus aplicaciones incluyen luces con detección corporal, puertas automáticas, grifos y sistemas de iluminación de escaleras.